Al arte que surge de sus fogones hay un aliciente añadido, la exposición permanente de cuadros pintados por Anabel con diferentes técnicas.
Acuarelas con hábil manejo del pincel y el color para dar vida a escenas marinas.
En sus óleos refleja la luminosidad y calidez de la isla a la que ama profundamente.
Sus últimos trabajos exploran una personal combinación de óleo y pan de oro o plata, de ejecución paciente y minuciosa a mano alzada con resultado impactante.